Decía Madame de Sévigné «Prenez du chocolat afin que les plus méchantes compagnies vous paraissent bonnes». Sin poner en duda la desenvoltura social de la escritora, ni sus intuiciones o conocimientos dietéticos, tengo que reconocer que los tiempos han cambiado y las costumbres y hábitos alimentarios también. Como acertadamente explica en su artículo que sigue mi colega Ana Turrión Asensio, un quizás excesivo apasionamiento “dietético” está hoy más de actualidad que nunca. Y no sé si el citado dulce producto del cacao que tanto valoraba Madame de Sévigné podría actualmente apaciguar las contradicciones y discordancias resultantes de lo que es en mi opinión una excesiva medicalización de nuestra dieta, e, incluso, de la ética, integridad y sensibilidad.

 

En este complejo contexto hemos de agradecer a la autora su interés y afán en aclarar el sentido y alcance de muchas denominaciones y calificativos legales y consuetudinarios.