Si pregunta a algunos de los residentes más antiguos de su barrio cómo era la ciudad hace 30 o 40 años, le dirán que había muchos espacios o campos vacíos Si les pregunta si están contentos con las numerosas viviendas, comercios, carreteras e industrias que existen ahora, es posible que digan que han perdido parte de su comunidad, pero que, al mismo tiempo, han ganado en infraestructuras, carreteras, industrias, puestos de trabajo, valor de la propiedad y expansión de la comunidad.

Implantar más carreteras en una ciudad no es una decisión fácil. Para que el proyecto se lleve a cabo, deben combinarse varios factores. Por ejemplo, tiene que haber un plan de ejecución claro, financiación local o estatal, acuerdo con el código de la ciudad y responsabilidad social. La responsabilidad social se da cuando una persona o líder considera el bienestar de la población, no solo el impacto económico y la influencia que tendrá una decisión en la comunidad. Por ejemplo, un puente podría ser la mejor solución para una ciudad. Podría aportar más ingresos a la ciudad, menos tráfico, más negocios y un mayor valor de la propiedad. Asimismo, el puente puede provocar la deforestación de algunas reservas forestales, la eliminación de campos de maíz o la demolición de una iglesia de 60 años. La pregunta principal es: “¿Vale la pena?”. La respuesta dependerá de a quién se le pregunte, pero la información debería servir de guía para proporcionar una buena solución.