A base del método histórico, e interpretando teleológica y sistemáticamente las principales normas legales emitidas en el derecho peruano, en materia laboral desde la década de 1970, la investigación determina que la introducción de la jubilación automática en el ordenamiento laboral, por parte del legislador fujimorista de los años noventa, entraña una frontal reacción a las políticas estatales previas sobre estabilidad en el trabajo. El instituto busca, en consonancia con el programa ideológico en que se gestó, materializado normativamente en la Ley de Fomento del Empleo, liberar los puestos de trabajo existentes, flexibilizando, a favor de las empresas, la salida laboral de sus trabajadores maduros. Por tal razón, la jubilación automática no se justifica en una presunción de incapacidad (ineptitud) del trabajador, ni en la especial protección que este merecería por parte del Estado (población vulnerable); la figura solo puede representar, en atención al singular contexto histórico-ideológico en que aparece, una medida de reparto del empleo, siendo esta su naturaleza jurídica en el ordenamiento antes referido. Con esta información a la vista, podrá determinarse si la normativa vigente sobre el instituto es o no adecuada