El autor comenta la reciente Casación N° 1272-2018-Huánuco, en la cual la Corte Suprema señaló que bastaba que una sociedad conyugal inscriba una garantía para entender que el bien es social. Así, sostiene que el pronunciamiento de la Corte Suprema permite consolidar la idea de la diligencia activa como componente fundamental del tercero de buena fe registral. Sobre ello, refiere que la buena fe del tercero se presume mientras no se pruebe que conocía la inexactitud de los Registros Públicos; sin embargo, en el caso se advirtió que el acreedor hipotecario pudo conocer la inexactitud. Refiere que dicho fallo es un pronunciamiento positivo, en la línea de afianzar la configuración de la protección del tercero de buena fe pública registral en nuestra realidad.