En el año de 1971 se produjo el robo de un banco en el centro de Londres, cuando los ladrones penetraron violentamente a las cajas de seguridad para sustraerse el dinero, los documentos y los objetos de valor allí depositados, este hecho fue considerado el “robo del siglo” y fue motivo de inspiración para la realización de una película que lleva el mismo nombre.

Ha pasado un poco más de 40 años para que aparezca un nuevo hecho delictivo que puede calificarse igualmente como el “robo del Siglo”. El día 11 de mayo pasado el Diario HOY nos trajo una noticia muy interesante e impactante que, desgraciadamente, ha pasado relativamente desapercibida en el medio local. Claramente hemos entrado en una nueva etapa de los hechos ilegales a nivel mundial, que bien podría calificarse como de un “cibercrimen”, propio de los delitos informáticos, gracias al uso de las nuevas tecnologías de la comunicación.

El caso al que nos referimos es el atraco al sistema financiero mundial realizado por medio del uso de sofisticadas técnicas que permitieron penetrar en los sistemas informáticos de importantes instituciones financieras. El monto del ilícito llegó a la suma de 45 millones de dólares, producto de 40.500 retiros de dineros de los cajeros automáticos, realizados en el período que va desde diciembre del 2012 a febrero de 2013. El atraco fue realizado en 27 países ubicados en varios continentes; por ejemplo, en Asia (Japón, Tailandia y Malasia), en Europa Occidental (Alemania, Italia, España, Bélgica, Reino Unido), en Europa Oriental (Rumania, Letonia, Estonia), en América Latina (México, República Dominicana), en Norteamérica (Estados Unidos, Canadá) y en los Emiratos Árabes Unidos. Según Diario HOY “La operación más astuta fue de $40 millones sustraídos de cajeros automáticos de 24 países en solo 10 horas, para lo cual los delincuentes efectuaron 36 mil transacciones”. Sin duda, que este delito ha sido uno de los más sofisticados y especializados que la historia de la humanidad jamás haya conocido.

Producto de esta operación delictiva se encuentra detenidos 7 sospechosos que son estudiantes norteamericanos que tienen entre 22 y 32 años, que bien pueden ser definidos como “piratas informáticos”, que son personas jóvenes que tienen alta calificación académica y que se organizan globalmente para sacar provecho de los enlaces existentes en las empresas de carácter mundial, estructurados a parir de una lógica económica espacialmente dispersa, pero a la vez globalmente integrada.

Haciendo un parangón con el asalto bancario de 1971 se pueden encontrar algunas diferencias importantes. En el caso del cibercrimen, según la Fiscal del caso, no fueron las armas o máscaras que se utilizaron en el siglo pasado para asaltar los bancos, sino los ordenadores que sirvieron para penetrar otros ordenadores sin generar violencia explícita. En otras palabras, el cibercrimen es realizado por piratas informáticos que no utilizan bombas sino conocimiento (sociedad del conocimiento), inteligencia criminal y que no realizan “físicamente” los asaltos sino virtualmente. También ahora son hechos simultáneos y en tiempo real en distintos países del mundo, cosa que antes era imposible. El ingreso a una bóveda de un banco es menos redituable y más riesgoso que la penetración al sistema informático de una institución financiera. Y claro, los montos ahora son más altos.