“Ya No se puede decir que se trata de hechos casuales, fortuitos, o producidos por infiltrados dentro de las barras. Se trata de un problema estructural del fútbol ecuatoriano, que no se puede asumir con medidas paliativas de tipo reactivo que es lo que se ha hecho hasta ahora.

 El país no tiene una política para enfrentar el problema estructuralmente. Da la impresión de que si se deja pasar mucho tiempo, se consolidará la tendencia de crecimiento de la violencia.

 Algo interesante es que esta violencia casi no se desata dentro de los estadios, porque allí se ha logrado control con la separación de las hinchadas, las horas de su salida y el uso de cámaras de vigilancia. Entonces la violencia está en las inmediaciones de los estadios o en la ciudad donde se desarrollan los partidos.

 Otro problema es que las hinchadas se organizan y tienen sus liderazgos. Se encargan durante el transcurso de la semana de ensayar los cánticos, la entrada a los estadios y a establecer estrategias internas de fortalecimiento del grupo, a captar recursos económicos, a solicitar prebendas de los dirigentes.

 Esto hace que los hinchas se conviertan en barras bravas por el nivel de organización. Logran cierta autonomía respecto al club y empiezan a utilizarlo como una forma de vida para captar recursos económicos.

 En general se pueden diferenciar tres tipos de violencias que tienden a emparentarse con el fútbol. La primera es la violencia juvenil vinculada con las pandillas, que tienen un nivel de organización relativamente parecido al de una barra brava. Es decir, defienden el territorio, construyen una jerga particular, etc.

 La otra tiene que ver con el narcotráfico. No solo que se consumen drogas en los estadios, sino que eso se convierte en una técnica de las estructuras mafiosas para generar una amplificación del consumo, porque las barras son un referente para muchos sectores de la población.

 En tercer lugar están las violencias típicas de la sociedad como el racismo o el regionalismo, que tienden a reproducirse.

 Por esto, la FEF debe decidirse por una propuesta estratégica y global. Sin esta, lo que vamos a tener es una cantidad de parches que van surgiendo justamente como reacción a los hechos de violencia que se producen semana tras semana".