El mundo reconoce que en la elección del nuevo Papa han existido algunas rupturas e innovaciones, entre las que se pueden mencionar las siguientes: es la primera vez que se elige a un jesuita como Papa, es la primera vez que se corona como máxima dignidad de la Iglesia católica a una persona nacida en Latinoamérica, es la primera vez que un Papa adopta el nombre de Francisco y también, es la primera vez que llega a la “Barca de San Pedro” un seguidor y socio confeso de un club de futbol…

La designación del argentino Jorge Bergoglio como Papa produce un hecho sin precedentes: tenemos un Papa hincha y, además, afiliado a un club histórico del fútbol argentino, como es San Lorenzo. El Papa es socio del club desde abril de 2008 con el carnet número 88.235 y, en esa condición, preside la misa de las Fiestas Patronales en la Capilla Padre Lorenzo Massa de la Ciudad Deportiva (24 de mayo del 2011), en cuya homilía habría señalado: “siento una alegría enorme de celebrar la misa viendo a través de los vidrios de la Capilla el estadio de San Lorenzo”, así como también: "No importamos los colores de otro lado, se los pedimos a la Virgen (…) Nunca saquen a María Auxiliadora del club porque es su madre, ya que San Lorenzo nació en San Antonio bajo la protección de la Virgen".

En esa época Jorge Bergollo era Arzobispo de Buenos Aires y los hinchas de San Lorenzo lo calificaban como “el más Santo” de los hinchas “cuervos”. Lo de santo viene de su fundador el padre Lorenzo; y lo de “cuervo” del color de la vestimenta que usaba el padre Massa; es decir, la impronta fundacional del club queda marcada por la Iglesia Católica, cuestión que se confirma ahora con el nombramiento de Bergoglio como Papa Francisco.

El fútbol llega al Vaticano de la mano de su máximo representante: el Papa, lo cual puede generar dos hechos inéditos: por un lado, que el Papa deba profesar simultáneamente dos actos de Fe con dos tipos de pasiones diferentes: el fútbol y la religión; pero también, por otro, le servirá para tener una relación más horizontal con los feligreses, en tanto comulgan dos religiones: la Católica y la del fútbol. Esta doble condición del Papa le permitirá ser mucho más próximo al sentir de una buena parte de la sociedad mundial y tener una comunicación más horizontal.

Por eso la nominación del nuevo Papa Francisco se conoció profusamente no solo en los medios tradicionales de comunicación, sino también a través de los medios periodísticos deportivos y de las redes sociales. Apareció la “otra mano de Dios” en la portada de un diario, se le compara al Papa con Messi y Maradona, Bergoglio aparece en la tapa de un periódico con la camiseta de San Lorenzo, el diario Marca festeja el triunfo del Málaga con el titular de "Habemus Málaga", entre otros. Pero no solo eso, hemos sido testigos en Buenos Aires, por ejemplo, del peregrinar de la feligresía hacia el obelisco emblemático de la argentinidad -tradicional lugar de festejo de los triunfos más importantes del fútbol argentino- con banderas y cánticos futbolísticos que daban la impresión que los hinchas-feligreses festejaban el campeonato mundial de papas… Sin duda que los usos de la jerga y de los ritos del futbol se han unido a los de la Iglesia Católica desde el Vaticano, porque la presencia de este deporte en todas las esferas de la sociedad es creciente.

Siguiendo a Eduardo Galeano se puede afirmar que: “El fútbol es una religión popular, convertida en poder. El fútbol es la única religión que no tiene ateos”.