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Popular Press
Quito huele a humo
Diario Hoy (2012)
  • Fernando Carrión Mena, Arq.
Abstract
En el año de 2009 se había registrado el mayor número de incendios forestales en el Distrito Metropolitano de Quito. Sin embargo este año 2012 ya ha logrado superarlo con creces, tanto que hasta ahora se ha producido un incremento de más del triple de los incendios ocurridos hace 3 años. En estos tres meses veraniegos se han registrado un promedio de 33 incendios diarios, contabilizados desde junio, lo cual quiere decir que en la actualidad tenemos una cantidad superior a los 2.050 incendios; y, lo que es peor, que estos fuegos ya han consumido más de mil hectáreas hasta el momento.
Los impactos que provocan los incendios empiezan a ser dramáticos: Quito huele a humo por la contaminación del aire, del agua y de la tierra; se ha destruido la vegetación nativa con más de 150 especies; los cultivos se han calcinado; algunas viviendas no han resistido el fuego; ciertas instalaciones industriales y planteles avícolas han sido afectadas con la pérdida de productos y se ha depredado la fauna (aves e insectos).
Esta temporada veraniega ha tenido, según la información municipal, la mayor cantidad de siniestros de estos últimos 13 años. No se puede negar que hay explicaciones naturales de la fortaleza del verano y de lo prolongado que ha sido; pero también hay razones sociales que han existido, en unos casos provenientes –como siempre- de personas que tienen motivaciones lúdicas o supuestamente agrícolas.
Cuando se analizan las cifras anuales del impacto de los incendios sobre las hectáreas quemadas, se pueden observar dos hechos muy claros: por un lado, que a parir del 2009 hay un incremento sostenido del área consumida por las llamas, que tiene su punto más alto en el año 2012. Y, por otro lado, es fácilmente perceptible una ampliación y cambio en las zonas donde se producen los incendios mayoritarios y más fuertes: en estos últimos años se nota un predominio de los flagelos en los valles de Tumbaco-Cumbayá y los Chillos, que sigue tendencialmente a las tasas de urbanización de Quito. Es decir, que hay un desplazamiento del fuego de la parte central de la ciudad hacia las nuevas periferias que se encuentran en franco crecimiento.
Si bien este verano ha sido inclemente, no se puede dejar de señalar que hay un componente explicativo adicional: el diseño de las políticas para prevenir estos hechos inclementes muestran grandes falencias. En el año 2001 la administración municipal formuló el denominado Plan Fuego a través de la coordinación de las empresas municipales para el control de los efectos del verano (EMOP, Emaap, Emaseo); luego en el 2005 se amplía la propuesta con la existencia de campamentos, patrullaje permanente y la participación activa de los bomberos y del contingente militar, que fue muy oportuno y significativo.
Este verano -según los pronósticos ambientales- pudiera prolongarse un tiempo mayor a lo ocurrido en épocas pasadas. Sin duda no es buena noticia, porque los efectos pueden seguir generando problemas durante el siguiente mes y medio. La medida de la declaración de emergencia podría ayudar en el corto plazo, pero el fenómeno del verano es cíclico y el próximo año lo volveremos a tener presente. Es hora de empezar a trabajar en esa línea; así como en el invierno que está próximo, para que no se produzcan los estragos del pasado. Sin entender mínimamente al medio ambiente que rodea la ciudad, es difícil hacer propuestas de mediano y largo plazo.
Keywords
  • Quito,
  • incendios forestales
Publication Date
September 8, 2012
Publisher Statement
Diario Hoy
Citation Information
Fernando Carrión Mena. "Quito huele a humo" Diario Hoy (2012)
Available at: http://works.bepress.com/fernando_carrion/547/