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Book
El laberinto de las centralidades históricas en América Latina. El centro histórico como objeto de deseo
(2010)
  • Fernando Carrión Mena, Arq.
Abstract

Para desarrollar esta propuesta, el libro seguirá una lógica de exposición organizada bajo seis capítulos de desarrollo secuencial, que tienen un hilo con- ductor en el hecho de que los centros históricos tienen historia y son históricos. El capítulo 2, El objeto de pensamiento, aboca el conocimiento de las corrientes, categorías y principios que permiten comprender el centro histórico dentro de la nueva coyuntura urbana (nuevo patrón de urbanización), modificando así los instrumentos teórico-metodológicos tradicionales. Estas concepciones se desarrollan con base en lineamientos que conceptualizan el centro histórico como relación social, configurada desde las distintas variables multi-disciplinares que lo conforman. De este modo, se fundamenta la importancia de superar el paradigma monumentalista del conocimiento y conservacionista de la actuación –porque no responden a la realidad y por reaccionarios–, así como se elabora un nuevo punto de partida desde lo patrimonial, lo histórico y lo territorial en la interacción del espacio y tiempo, lo antiguo y moderno, lo global y local que permite dilucidar la base de la integración de los conceptos refundacionales del campo. En el capítulo 3, El objeto centro histórico, se busca operativizar en la realidad el marco teórico en construcción, para establecer la relación imprescindible entre el ser y el conocimiento. Se parte de la definición de que los centros históricos tienen historia y son históricos, lo cual lleva a definir las relaciones de la centralidad histórica con la ciudad, así como entre cada una de las formas de expresión de las centralidades, de acuerdo con su lógica cambiante. Se trata de ver en la realidad algunas de las cualidades más significativas de los centros históricos, tanto en su relación contextual en torno a lo político, económico, cultural y social, como en su articulación al ámbito urbano. En vista que la crisis de los centros históricos aparece como una oportunidad, en el capítulo 4, Marco institucional: políticas, se presenta una nueva relación, la que se establece entre el ser y el deber ser, es decir, la situación de las propuestas de políticas públicas y de los debates sobre los centros históricos que surgen de la necesidad de construir un proyecto colectivo de esta parte medular de la ciudad (objeto del deseo), surgidas a partir de los intereses y acciones específicas de los sujetos patrimoniales y del protagonismo y peso que presentan en cada momento particular. En el capítulo 5 se desarrollan Dos casos relevantes que hacen referencia a dos de los centros históricos más emblemáticos de América Latina, cada uno portador de un modelo de gestión particular: el primero, el de La Habana Vieja, entendida como una plataforma de innovación de la ciudad y el país, en donde se analiza el proceso histórico desde la crisis económica de la década de los noventa y como, gracias al modelo de gestión aplicado, se ha logrado remontar la crisis de la zona; y el segundo, el del Centro Histórico de Quito, en donde el modelo de gestión se lo define de cooperación público-privado, que lleva a una de las polémicas más ricas del momento en la región: se trata de un ¿patrimonio del mercado o de la humanidad? Más relevante la pregunta cuando se observa que en Latinoamérica la mayoría de los centros históricos se vacían de sociedad (despoblamiento) y se llenan de mercado (comercio, turismo). En la sección final del trabajo se presenta un conjunto de ideas sistematizadas bajo el formato de conclusiones, surgidas precisamente de los análisis realizados en cada uno de los capítulos. Creo que es necesario dejar constancia que el presente libro es el resulta- do del esfuerzo desarrollado a lo largo de los últimos veinte años, gracias a los diversos contextos profesionales en los cuales he tenido el privilegio de trabajar y desde los cuales pude nutrirme de las reflexiones que ahora se sistematizan en esta publicación. Primero, desde el mundo de la gestión pública, como Director de Planificación del Municipio del Distrito Metropolitano (1988-1992), donde se pudo comprender la importancia que tienen los centros históricos al interior de la ciudad, en tanto no pueden ser entendidos en su real dimensión sino desde la óptica comprensiva de la ciudad. Luego como Concejal Municipal, electo popularmente, hubo la posibilidad de comprender la temática desde otro ángulo: los centros históricos y el sentido de lo patrimonial son escenarios privilegiados del conflicto donde operan activamente los distintos sujetos patrimoniales. Y finalmente, aunque siempre acompañando de manera paralela las acciones como funcionario y como representante político, han estado las actividades académicas, que han sido las que permitieron la reflexión crítica de la totalidad de la problemática de los centros históricos en el marco de una estructura de pensamiento. En este caminar hay muchos familiares, amigos y compañeros con los cuales tuve la oportunidad de aprender o recibir apoyo incansable. Sería extenso enumerar a cada uno de ellos y probablemente pecaría de injusto si por ahí mi memoria tambalea. Por eso, creo que es justo y de todo honor empezar por agradecer a mi familia por haberme dado la sangre que viene de la memoria, mis padres: Jaime y Tere, como también aquella que se prolonga por los caminos del futuro, mis hijos: Daniel, Manuela y Lorenzo. A ellos, porque la memoria está hecha de futuro y porque en la vida –para que tenga sentido– hay que sumarle tiempo al pasado, les doy las gracias. Este trabajo no fuera posible si el Ministerio de Cultura no se hubiera inter- puesto en mi cotidianidad, gracias a la convocatoria al Premio Agustín Cueva, nombre de uno de los más importantes pensadores ecuatorianos de toda la historia. Difícil recibir su sombra, pero también muy honrado por intentar seguir algunas de sus enseñanzas. Fue este llamado y la tenacidad del buen amigo y compañero Jaime Erazo los que me platearon la necesidad de sistematizar y articular en un breve plazo las ideas más importantes y representativas que había logrado fermentar en el tiempo. Él me empujó a esta aventura de presentar este trabajo al concurso convocado por el Ministerio de Cultura y a Isabel Ron que limpió el texto sin que mis errores desaparezcan del todo. Allí en el Ministerio, Érika Silva, una mujer que ha debatido sobre nuestro Estado y nuestra sociedad, abrió este camino de la publicación. Mi gratitud a ella, sin duda. Y claro, también a FLACSO, sede Ecuador, que se adelantó a este siglo desde sus cenizas, donde el compañerismo de muchos amigos y amigas me dio la fuerza necesaria para terminar este trabajo. Cómo no dejar testimoniado el agradecimiento a las autoridades municipales y, sobre todo, a los sujetos patrimoniales del Centro Histórico de Quito, que tienen mucho que decirle al mundo gracias a su calidad de Patrimonio de la Humanidad. Y finalmente a todas las personas con las que tuve la oportunidad de estrechar importantes lazos de amistad en este caminar por América Latina, gracias a los cuales hubo la posibilidad de construir un pensamiento venido desde atrás en el tiempo, en los seminarios, talleres, congresos y cursos que tuve la oportunidad de participar y compartir con miles de personas.

Keywords
  • centro histórico,
  • América Latina,
  • historia,
  • La Habana Vieja,
  • Quito
Publication Date
2010
Editor
Ministerio de Cultura del Ecuador
Publisher
Ministerio de Cultura del Ecuador
Series
Ganador del Premio Agustín Cueva Dávila a la creación literaria en el género de ensayo, 2009
ISBN
9978-92-930-8
Publisher Statement
Ministerio de Cultura del Ecuador
Citation Information
Fernando Carrión Mena. El laberinto de las centralidades históricas en América Latina. El centro histórico como objeto de deseo. Ministerio de Cultura del EcuadorQuito(2010)
Available at: http://works.bepress.com/fernando_carrion/493/