Quito, enclavada a 2600 metros de altura, rodeada de montañas y nevados y con la presencia de monumentos, muchos de ellos de origen colonial (1500-1800), conserva, en cierta medida, un carácter único de ciudad. Sus habitantes no están fuera de su configuración, al contrario, son ellos quienes contribuyen a sostener, por años, ese carácter de ciudad colonial con rasgos de modernidad.

La intervención municipal en tan importante zona histórica, declarada por la UNESCO como “Patrimonio Cultural de la Humanidad”, acarrea múltiples y complejos problemas de orden espacial, social y cultural.

Por primera vez, la actual administración municipal, organizó una oficina especializada para realizar un diagnóstico integral del Centro histórico de Quito cubriendo cuatro áreas de interés: la socio-económica, la arquitectónica, la urbanística y la histórica,

Producto de sus estudios sectoriales se presenta, en esta ocasión, los resultados a los que se arribaron en el diagnóstico. Desde el punto de vista metodológico, la investigación contó con un inventario continuo en más de cinco mil edificaciones que permitió establecer con exactitud y precisión el estado actual del Patrimonio Cultural de la Humanidad.

El diagnóstico establece, también, las áreas prioritarias de intervención y traza una serie de políticas de corto y mediano plazo que el Municipio debe implementar a fin de conservar la arquitectura de la zona histórica, con el objetivo, también, que sus habitantes no abandonen el área, sino que la recreen y la mantengan. El diagnóstico establece la realidad necesidad de impedir la “museologización” del Centro Histórico y recomienda una serie de políticas para dinamizarlo.

La dirección expresa un especial agradecimiento al conjunto de profesionales que intervinieron en el diagnóstico, en la elaboración de los proyectos que esta vez los presentamos en resumen y a la Agencia Española de Cooperación.