La prisión de John Jairo Vasco López, alias ‘Nico’, por parte de la policía nacional es la evidencia de las mutaciones que el narcotráfico viene adoptando en el país. No se trata de la penetración del delito sino de la presencia global en nuestro territorio, donde el Ecuador juega un rol estratégico en la división internacional del delito. Llama la atención que “Nico” haya sido miembro de la institución policial colombiana y, aparentemente, por las actividades que desarrollaba eran nada más y nada menos que de formación. Él era experto en cursos de contraguerrilla, lo cual le permitía ser un instructor de grupos ilegales de distinto tipo. En otras palabras, fue policía (infiltrado) y con ese conocimiento difundía su sabiduría en el ámbito del delito; por eso la importancia del buen reclutamiento de efectivos y, también, del buen monitoreo y control de sus actividades. Es claro que hoy en día ya no operan -como antaño- los carteles territoriales conocidos por el nombre de la ciudad desde donde operaban: el de Cali o el de Medellín, donde el jefe era fácilmente identificable. Pero ese peso en una persona y en un solo territorio les hizo muy vulnerables Por eso en la actualidad lo que existe son pequeños grupos de operaciones tipo comando, que desarrollan las actividades de tráfico a pequeña (micro tráfico) o gran escala (internacional), de sicariato y de lavado, entre otras, sin estar afincados a un territorio en particular. El gran cartel perdió operatividad, eficiencia y terminó por atomizarse. El caso del grupo que maneja “Nico” está dentro de esta nueva lógica: militancia de un grupo de alrededor de 200 personas, actividades de narcotráfico (grande y pequeño), desterritorialización (vivía en Cuenca; operaba en Colombia y traficaba en varios países según su record migratorio), penetración en instituciones (cédulas falsas). Estas bandas que en Colombia las llaman BANCRIM (Bandas criminales) operan con mucha fuerza, son altamente eficientes en sus tareas (especializados), funcionan de manera autónoma de tal manera que no comprometen a la cadena global, se articulan sin problemas al sistema general del narcotráfico y son totalmente moldeables a la realidad de las políticas públicas de “guerra al narcotráfico”. De este hecho se pueden extraer algunas conclusiones de interés para el país: a) Es necesario tener inteligencia policial muy bien preparada y con tecnología de punta. b) Es imprescindible trabajar de manera articulada a nivel internacional con sistemas como INTERPOL, AMERIPOL y bilaterales con las policías de otros países. c) Es urgente tener en cuenta la permanente transformación que vive el delito, para poder adecuarse al mismo. d) Es fundamental tener en cuenta que los delitos son principalmente económicos y, por tanto, se requieren de políticas económicas para enfrentarlos. e) El tema legal es altamente diverso en cada país; sin embargo sería un error unificar las normas jurídicas: lo más interesante sería una propuesta de despenalización de la droga sugerida por la comisión de ex presidentes de América Latina. f) Es un requisito que UNASUR asuma el tema lo más rápido posible. Las políticas de “guerra a las drogas” ha traído más problemas que soluciones, pero también la política del avestruz de los presidentes Fox en México, García en Perú y ….