Ha concluido el penúltimo ciclo de las eliminatorias suramericanas al Mundial de Sudáfrica 2010 (esa maravilla que tiene el fútbol: solo con decir Mundial se sabe de qué actividad se trata); de allí que ya se pueden extraer algunas tendencias generales del fútbol en la región, a partir de la realización de un somero balance de lo ocurrido a lo largo de este proceso que tiene una duración de tres años. Como punto de partida es necesario señalar que la internacionalización de fútbol, entre países exportadores e importadores de futbolistas, ha hecho que las selecciones suramericanas, principalmente exportadoras de futbolistas a Europa, sea beneficiada por partida doble: acumular las experiencias en los países de destino y potenciar la riqueza del fútbol de la nación de origen. En las selecciones exitosas de estas eliminatorias se observa la presencia de deportistas que vienen mayoritariamente de equipos europeos y, adicionalmente, que algunos de ellos se formaron en Europa, al extremo que nunca jugaron en sus respectivos países porque fueron vendidos en tempranas edades; el caso emblemático es Messi. Brasil ha participado solo con jugadores “extranjeros”; Paraguay, Uruguay, Chile y Ecuador tienen una “legión extranjera”. Una situación como la descrita ha producido un importante cambio en el fútbol sudamericano: hoy es más táctico y los futbolistas más destacados tienen un físico de atletas: rápidos, flexibles, saltadores y resistentes. En cuanto a los resultados, es claro que se han conformado tres grupos de países según el rendimiento medido por los puntos obtenidos. Los que ya están clasificados: Brasil, Paraguay y Chile; los que ya se quedaron en el intento: Perú y Bolivia; y los que todavía luchan por dos puestos: Ecuador, Argentina, Uruguay, Colombia y Venezuela. En términos de la calidad del futbol mostrado, es evidente que Brasil remata con lo mejor de su expresión deportiva; ha cambiado el sentido del “jogo bonito”, lo cual significa que sigue en su línea pera ahora con una manifestación más moderna, eficiente, rápida y con un físico envidiable (el promedio de altura de sus jugadores es el mayor). Venezuela es el país de mayor progreso en el concierto sudamericano, gracias a su infraestructura, hinchada y clubes; Argentina ha involucionado sustancialmente y lo que tiene es a pesar de Maradona. Chile muestra un fútbol de local y de visita altamente ofensivo y rápido, con alta consistencia productiva. Colombia y Uruguay están estancados, con tímidos intentos de superación. Perú y Bolivia se encuentran en su peor momento. Hay que resaltar el caso de Ecuador, que mantiene su consistencia del estilo de fútbol y una gran continuidad por cerca de 20 años. En promedio los futbolistas ecuatorianos tienen la mayor cantidad de partidos jugados en su selección. Esto significa que el esquema se mantiene, que los jugadores ya conocen la partitura y que el recambio necesario de los deportistas no se ha hecho de manera traumática, de generación en generación. De todas maneras estas eliminatorias si se han prendido varios focos llamativos. Uno que vale señalar: de los 23 puntos que tiene Ecuador 12 fueron obtenidos contra Perú y Bolivia… ¿Qué queda para las últimas dos fechas? La consolidación de estas grandes tendencias y definir qué selección clasifica directamente y cual por repechaje.