Skip to main content
Article
Armas de la (in)seguridad
Boletín Ciudad Segura (2006)
  • Fernando Carrión Mena
Abstract

En el período 1998 - 2005, se otorgaron más de 120.000 permisos a la población civil para portar armas; esto significa que, anualmente, se entregan un promedio de 16.928 permisos. Sin embargo, en 1998 se concedieron 6.085 permisos, mientras que para el año 2005 esta cifra se incrementó a 25.883. Estos datos son altamente preocupantes y evidencian algunas cuestiones importantes que deben señalarse:

Llama la atención la tendencia creciente en la concesión de permisos a la población: si en el año de 1998 se otorgaron 6085 permisos, para el año 2000, éstos llegaron a 13.636. Es decir, en dos años hubo un crecimiento superior al 200 por ciento. Si se compara el año 1998 con el 2005, el aumento es del 425 por ciento.

Si consideramos que detrás de un arma de fuego existe una persona que lo porta, se puede concluir que tenemos un ejército de individuos sin control de mando y sin control de uso. Al comparar el número de permisos concedidos con el número de efectivos de la Policía Nacional, 36.000 aproximadamente, que cuentan con cerca de 11.000 armas, se pone en evidencia un claro y preocupante desequilibrio que, además, supone un profundo proceso de privatización de la seguridad, causa última para el incremento de hechos de violencia. Desde mediados de la década del ochenta, cuando la tasa era de 6.4 homicidios por cien mil habitantes, se ha llegado a la cifra de 15.7 en el año 2005. Según la Cancillería, el 60% de los homicidios se cometen con armas de fuego.

Si se mantiene esta tendencia de crecimiento, en poco tiempo habrá más armas en manos de la población civil que en la Policía y las Fuerzas Armadas, instituciones que, por mandato constitucional, tienen el monopolio del uso de la fuerza.

Y, el asunto no queda allí. Si se contrasta el número de permisos concedidos para portar armas con la cantidad de armas importadas, se nota que la primera supera a la segunda en 1.2 veces en 1998 y en 4.3 en el año 2000. Esto significa que existe un mercado ilegal de armas de fuego al que recurre la población para abastecerse y que éste, desgraciadamente, se encuentra en una fase expansiva.

A este ritmo de crecimiento del armamentismo de la población ¿Qué va a pasar con las policías estatales? ¿Qué va a ocurrir con el creciente desequilibrio tecnológico que se produce entre las policías y las empresas del delito? ¿Se incrementará la justicia por mano propia? ¿La privatización de la seguridad seguirá su ritmo de crecimiento?

Brasil alberga al 2,8 por ciento de la población del planeta (180 millones) y al 11 por ciento de los homicidios con armas de fuego del mundo. La muerte por armas de fuego creció el 743 por ciento entre 1979 y 2003. Según el Ministerio de Salud, las muertes por armas de fuego bajaron en un 8,2 por ciento en el 2004 gracias a la campaña de desarme iniciada en julio de 2004, que recogió 420.000 armas de fuego. ¿No será necesario plantear para el Ecuador una campaña en este sentido?.

Keywords
  • armas de fuego,
  • privatización de la seguridad,
  • seguridad
Publication Date
February, 2006
Publisher Statement
FLACSO Ecuador/Municipio Metropolitano de Quito
Citation Information
Fernando Carrión Mena. "Armas de la (in)seguridad" Boletín Ciudad Segura Vol. 2 Iss. Control de armas (2006)
Available at: http://works.bepress.com/fernando_carrion/256/